Tuesday, April 22, 2008

Agua para Elefantes por Sara Gruen

Señores y señoras, niños y niñas, acérquense a conocer "El espectáculo más deslumbrante del mundo de los Hermanos Manzini". El nonagenario Jacob Janowski recuerda aquellos turbulentos años 30 en los que ejerció de veterinario en un circo ambulante que recorría en tren la Norteamérica sumida en la Gran Depresión. Allá conoció a la traviesa y perezosa elefanta Rosie que sólo él supo domar, y a una encantadora artista, Marlena, de la que se enamoró profundamente.

6 comments:

P ÑA said...

Se imaginan si Jacob hubiese tomado los examenes. Porque resulta que después de todo el desastre ocurrido. La destrucción del circo, la destrucción de un matrimonio y la muerte de varias personas; él vuelve como si nada ha pasado a tomar sus examenes, osea, vuelve al principio.

P ÑA said...

Se imaginan si Jacob no hubiese abandonado la universidad y tomado los examenes. Porque resulta que después de todo el desastre que vino con la destruccion del circo. Al final el hombre volvió a tomar sus examenes.

Anonymous said...

No solo se destruyo el circo tambien fue responsable de las muertes de Walter (Kinko), Camel y otros. Todo eso por su Marlena. Y el gran secreto guardado, la gran revelacion es que Jacob le tiene guardado el secreto de que la Elefanta Rosie le mato su marido. Ja, Ja!

miriam said...

en este libro la autora quiere enfocar varios temas,la realidad del mundo circo en los años 30,la recesion vivida en ese tiempo,la soledad que viven los ancianos en las hogares de cuidado, una historia de amor, la crueldad,etc. en fin varios temas pero ninguno lo suficientemente determinante para mantenerte interesado, considero la historia redundante, vacia, ausente de magia y magnetismo.

Anonymous said...

Por lo menos de este libro he llegado a la conclusión de donde salió el nombre de los compartimentos de los trenes. Imaginense los pordioseros subiendose al tren yo supongo que de ahí vinó el nombre de los VAGONES. Ja, ja! Sí porque estaban repletos de vagos.

Tomás

Anonymous said...

Por lo menos de este libro he llegado a la conclusión de donde salió el nombre de los compartimentos de los trenes. Imaginense los pordioseros subiendose al tren yo supongo que de ahí vinó el nombre de los VAGONES. Ja, ja! Sí porque estaban repletos de vagos.

Tomás